ADOLFO DOMINGUEZ ha extraído con gran sabiduría el espíritu ancestral del Bambú, descubriendo una esencia natural y exótica, expresión de la vitalidad y la fuerza de la naturaleza.
Una brisa recorre un lejano bosque y se carga de esencias para dar luz a una obra refinada y muy masculina.
La frescura, la fuerza y el equilibrio del Bambú se celebran en total armonía.
Un fluido océano de energías toma vida en BAMBÚ.