Protectores solares para rostro y cuerpo

Piel grasa o con acné: Busca protectores solares en gel, oil-free o con efecto mate.
Piel seca: Optá por fórmulas hidratantes con ingredientes como ácido hialurónico.
Piel sensible: Elegí protectores minerales o físicos, que suelen ser más suaves para la piel.
Piel normal o mixta: Casi cualquier fórmula funcionará, pero podés elegir texturas ligeras para mayor comodidad.

Protector físico (o mineral):
Contiene ingredientes como óxido de zinc o dióxido de titanio.
Crea una barrera sobre la piel que refleja los rayos UV.
Ideal para piel sensible o niños.

Protector químico:
Contiene ingredientes que absorben los rayos UV y los convierten en calor.
Suele tener una textura más ligera y transparente.
Perfecto para uso diario bajo el maquillaje.

Para mantener una protección efectiva:
Aplicalo cada 2 horas si estás al aire libre, incluso si es resistente al agua.
Después de nadar, transpirar o secarte con una toalla, aplicarse protector nuevamente.
Si estás en interiores y no te exponés directamente al sol, podés reaplicarlo cada 4-6 horas.

FPS indica el tiempo adicional que tu piel está protegida antes de quemarse en comparación con no usar protección. Por ejemplo, FPS 30 significa que tardarás 30 veces más en quemarte.
FPS 30: Para exposiciones moderadas al sol.
FPS 50 o más: Recomendado para pieles claras, sensibles o durante actividades prolongadas al aire libre.
Siempre elegí un protector de amplio espectro que bloquee tanto rayos UVA como UVB.